













La mariposa ha sido, desde siempre, un símbolo de transformación, libertad y esperanza. Representa el poder de cambiar, de renacer después de los momentos difíciles y de encontrar belleza incluso en lo frágil. Su vuelo ligero recuerda que toda vida, por breve o incierta que parezca, puede llenarse de color y propósito.
En el arte del origami, la mariposa adquiere un significado aún más especial. Cada pliegue hecho con las manos es un acto de intención, una forma de convertir lo simple en algo lleno de alma. La mariposa de origami simboliza el deseo de bienestar, la alegría, el renacer y la conexión entre quienes dan y quienes reciben.
Así, una mariposa de papel se transforma en un mensaje de vida eterna.
Cada mariposa lleva el logo de la Sala Familiar Ronald McDonald, símbolo del cariño y la unión que inspiran esta campaña.
Detrás de cada plegado hay un gesto que va más allá del papel, cada aportación ayuda a que esta sala continúe ofreciendo un espacio de apoyo, descanso y cercanía a las familias que acompañan a sus hijos durante un tratamiento.
Porque al final, eso es lo que une a todas las mariposas, el deseo de mantener a las familias juntas, rodeadas de amor, incluso en los momentos más difíciles.